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Aug 21, 2023

Miembro individual Marie Curie, Universidad de Birmingham

Ovokeroye Abafe recibe financiación de la Comisión Europea; Agencia Internacional de Energía Atómica; NAS-USAID; Fundación Nacional de Investigación de Sudáfrica.

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Las pajitas para beber hechas de materiales como papel y bambú a menudo se promocionan como más ecológicas que sus contrapartes de plástico. Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que estas pajitas supuestamente sostenibles contienen sustancias químicas potencialmente tóxicas llamadas sustancias polifluoroalquilo y perfluoroalquilo (PFAS).

Estas sustancias, comúnmente conocidas como “productos químicos para siempre”, son un gran grupo de más de 4.000 productos químicos sintéticos que se utilizan en una amplia gama de productos debido a sus propiedades repelentes de agua y grasas. Se pueden encontrar en artículos cotidianos como sartenes antiadherentes y envases de comida rápida.

Las PFAS pueden permanecer en el medio ambiente durante miles de años y la exposición a ciertos niveles de PFAS se ha relacionado con problemas de salud tanto en personas como en animales.

El estudio, realizado por investigadores en Bélgica, analizó pajitas de varios tipos disponibles comercialmente y registró concentraciones de PFAS en 39 marcas distintas. Se descubrieron PFAS en casi todas las pajitas de papel y bambú analizadas. También se detectaron en pajitas de plástico y vidrio, pero con menor frecuencia.

El ácido perfluorooctanoico fue el PFAS más común detectado en las pajitas. La fabricación de ácido perfluorooctanoico está prohibida en la Unión Europea desde 2020 por motivos de seguridad. Sin embargo, se puede encontrar en productos de consumo viejos o reciclados y persiste en el medio ambiente.

La presencia de PFAS en pajitas de origen vegetal podría deberse, al menos en parte, a factores como la contaminación involuntaria de plantas cultivadas en suelos contaminados con PFAS y el uso de papel reciclado que contiene PFAS en la producción de pajitas.

Los investigadores utilizaron dos métodos para detectar PFAS en las pajitas. Primero, midieron si estaban presentes 29 tipos de PFAS comunes y cuantificaron sus cantidades en las pajitas utilizando un método sensible llamado cromatografía líquida con espectrometría de masas en tándem. Encontraron 16 de los 29 PFAS objetivo en concentraciones detectables.

Luego se utilizó un método de detección para detectar cualquier otro compuesto de PFAS en las pajitas. Esto reveló la presencia de dos compuestos PFAS adicionales: ácido trifluoroacético (TFA) y ácido trifluorometanosulfónico (TFMS).

Los TFA se produjeron en cinco de las ocho marcas de pajitas de papel analizadas y el TFMS en seis de ellas. Ambos compuestos se midieron en una pajita de bambú.

Dadas las limitadas aplicaciones industriales del TFA, los investigadores sugieren que su presencia en las pajitas se debe potencialmente a la descomposición de los hidrocarburos halogenados. Estos hidrocarburos se utilizan comúnmente como disolventes industriales, intermediarios en síntesis e incluso como agentes de limpieza en seco.

Por el contrario, las fuentes del TFMS en las pajitas son inciertas. Sin embargo, se sabe que están asociados con sitios donde se han utilizado espumas contra incendios.

Las personas podrían estar expuestas directamente a las PFAS contenidas en las pajitas, ya que se filtran en nuestras bebidas durante su uso. Las pajitas desechadas o recicladas también podrían resultar en una exposición indirecta a través de suelos, agua, plantas y otros productos de consumo derivados de materiales reciclados contaminados.

Esto es preocupante. La exposición a PFAS plantea riesgos considerables para la salud de las personas, la vida silvestre y el medio ambiente.

Las investigaciones indican que las mujeres embarazadas que están expuestas a estas sustancias pueden experimentar una fertilidad reducida y un aumento de la presión arterial. Sus hijos podrían enfrentar efectos en el desarrollo como bajo peso al nacer, pubertad temprana e incluso un mayor riesgo de algunos cánceres.

Incluso se ha demostrado que la exposición a PFAS compromete la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones. En 2020, una investigación realizada en Dinamarca encontró que la gravedad de las infecciones por COVID parecía agravarse por la exposición a algunas PFAS.

La exposición a las PFAS también se ha relacionado con una capacidad reproductiva reducida en las aves y con el desarrollo de tumores y la alteración de la función inmune y renal en otras especies de animales.

Por ejemplo, una investigación realizada en 2022 en el río Cape Fear, en Carolina del Norte, reveló que los 75 caimanes americanos (una especie protegida) analizados tenían PFAS en el suero sanguíneo. Los niveles de PFAS en el suero de los caimanes se asociaron con funciones inmunes alteradas y enfermedades de tipo autoinmune.

Estos productos químicos están ahora tan extendidos en el medio ambiente que es casi imposible para los seres humanos y la vida silvestre evitar la exposición a ellos. La exposición a las PFAS puede ocurrir de varias maneras, incluyendo respirar aire contaminado, consumir alimentos y agua contaminados e incluso a través del contacto de la piel con polvo y partículas.

Sin embargo, el uso de pajitas de acero inoxidable podría brindar cierta protección contra la exposición adicional a PFAS. El estudio belga no encontró ninguna cantidad detectable de PFAS en este tipo de pajita.

Pero es importante tener en cuenta que, si bien las pajitas de acero inoxidable podrían reducir la exposición a los PFAS, aún podrían exponer a las personas a otras sustancias nocivas como los metales pesados. Algunos de estos metales, incluidos el cromo y el níquel, se han relacionado con problemas de salud graves que afectan al corazón, los pulmones, el sistema digestivo, los riñones y el hígado.

Quizás lo mejor que podemos hacer por ahora es evitar el uso de pajitas por completo, siempre que sea posible.

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Las pajitas "ecológicas" contienen sustancias químicas potencialmente tóxicas, lo que representa una amenaza para las personas y la vida silvestre¿No tienes tiempo para leer sobre el cambio climático tanto como te gustaría?